LA
PUBLICIDAD EN LAS ESFERAS ECONÓMICA, SOCIAL Y CULTURAL
El consumismo en la sociedad actual está tan
arraigado que suele ignorarse que es el resultado de procesos conscientemente
planificados en labras del mero lucro empresarial.
El cambio tecnológico nos permite
producir más de lo que demandamos y ofertar más de lo que necesitamos. El uso
de estas palabras, publicidad y consumismo, tienen necesariamente una carga
política, ya que, casi siempre, el que utiliza las palabras consumismo y
consumo excesivo lo hace para criticar lo que considera consumo innecesario en
otras personas.
LA
PUBLICIDAD EN LA SOCIEDAD Y EN LA ECONOMÍA
La crisis económica, social y
medioambiental vivida durante los últimos años en todo el planeta es todavía
visible: cada día vemos ejemplos en los medios de comunicación y en la calle
del injusto reparto de la riqueza y el aumento de la pobreza o de los efectos
que el actual desarrollo insostenible.
La publicidad nos bombardea con
anuncios cuyo objetivo no es nuestro bienestar, sino hacernos partícipes de los
engranajes de un sistema que reduce a las personas a consumidores sumisos.
También existe el consumo consciente y
responsable, orientado al fomento de actividades satisfactorias para la
naturaleza y las personas es una gran contribución y un decisivo instrumento de
presión frente al mercado, como puede ser la agricultura ecológica, pero su
posición, en inferioridad de condiciones con las grandes multinacionales, hace
que su influencia sea casi inexistente.
LA
PUBLICIDAD EN LA CULTURA
Mediante la publicidad se dan a
conocer colectivamente los productos o servicios que existen en una sociedad,
para que sean aceptados o adquiridos por la mayoría de consumidores posibles.
El problema que la publicidad causa en la cultura es que hace que esta se
desvirtúe en consonancia con el criterio de la masa. Esto nos lleva a que la
publicidad sea invertida únicamente en los elementos que agradan a la mayoría
de la gente.
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