CONFESIONES DE UN PUBLICITARIO ANTE CÓMO
SE DIRIGE UNA AGENCIA DE PUBLICIDAD
Dirigir
una agencia de publicidad es exactamente igual que gobernar cualquier otra
organización de tipo creador.
Para David Ogilvy “ La publicidad es un negocio de
frases, pero las agencias están infestadas de hombres y mujeres que no saben
escribir. No pueden redactar anuncios, ni pueden escribir proyectos. Son tan
inútiles como lo sería una compañía de sordomudos en el escenario del Covent
Garden”. ( El Covent
Garden es un fascinante distrito comercial y cultural que
brinda a los visitantes una experiencia única).
Para el Dr. Frank Barron:
“Las personas creadoras son especialmente observadoras y valoran las
experiencias percibidas sin engañarse nunca a sí mismos con más intensidad que
otras gentes. Ven las cosas como los demás, pero también las ven como otros no
son capaces de verlas. Están dotadas de la mayor capacidad mental. Tienen gran
habilidad para retener muchas ideas a la vez y para comparar entre sí gran
cantidad de ideas, unas con otras.
la mayoría de hombres
responsables hoy en día de la publicidad (tanto negociantes como clientes) son
acostumbrados a lo común. Y lo que nuestra sociedad actual necesita es una
publicidad original pero es difícil encontrar a la clase de hombres que pueden
producirla. Este es el motivo por el cual son tan espantosos
o simples la mayor parte de los anuncios.
Cada negocio necesita administraciones
masivas de talento.
El proceso de creación
requiere algo más que la simple razón. La mayor parte del pensamiento original
no tiene expresión verbal. Es un tanteo de experimentación con las ideas,
gobernado por presentimientos intuitivos e inspirado por lo desconocido. La
mayoría de hombres de negocios son incapaces de desarrollar un pensamiento
original, porque no pueden escapar a la tiranía de la razón. Sus imaginaciones
están bloqueadas.
En el mundo moderno de
los negocios, es inútil ser un creador o un pensador original, a menos que uno
pueda también vender lo que su creación forje. No puede esperarse de un
director de empresa que reconozca una buena idea, si no se la presenta un buen
vendedor.
Finalmente, se a observado
que ninguna organización creadora, tanto si se trata de un laboratorio de
investigación, una revista, una cocina de París o una agencia de publicidad,
podrá producir una gran cantidad de trabajo si no está dirigida por una persona
magnífica.
Ogilvy admira a las
personas que saben trabajar y para quienes el trabajo es un placer y tienen
suerte de poseer un cerebro de primera clase.
« David Ogilvy es el más sorprendente brujo por asi decirlo que la
industria americana de la publicidad posee hoy en día»
BIBLIOGRAFÍA:
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