PUBLICIDAD Y PROPAGANDA
Según (Screti,
2011-2012)No
se puede definir la publicidad como una forma expresiva libre de ideología. En
primer lugar porque, como he destacado arriba, la publicidad expresa cuando menos
una ideología.
En segundo lugar porque la ausencia de ideología
es en sí una forma de ideología. La ausencia de ideología es en sí una forma de
expresar un punto de vista situado sobre los fenómenos sociales, un punto de
vista compartido por grupos sociales orientados al alcance de determinados
objetivos sociales en relación o contraposición a otros grupos sociales,
mediante un uso estratégico y a menudo manipulativo del lenguaje y de otros
recursos semióticos (van
No tener posición siempre admitiendo que esto
sea posibles en sí mismo un modo de asumir una posición; producir un discurso
a-ideológico (o pretendidamente a-ideológico) es en sí una manifestación
ideológica.
Sin por ello caer necesariamente en el
«monismo propagandístico», se puede concluir que la publicidad es propaganda.
El discurso publicitario además de publicitar sus productos tiene como función también
de promover el consumo, de publicitar la ideología del consumismo y de
publicitar el (valor del) mundo del que nace y en el que opera. No todo es
propaganda, pero la publicidad comercial lo es, por propagar o publicitar sus
valores y sus visiones del mundo, esto es, su ideología. La publicidad es
ideológica y manipulativa en cuanto, como otros discursos de grupos orientados
a alcanzar determinados fines socio-discursivos en competición con otros grupos
y otros discursos, construye y transmite una visión del mundo opuesta a otras visiones
disfuncionales al conseguimiento de sus fines sociales. La función de la
publicidad no es sólo vender productos, sino propagar la idea de la necesidad
del ciclo comprar-vender producir, incluso si el anuncio mismo lo niega.
El intento por cargar palabras como propaganda, ideología o poder de
connotaciones negativas parece injustificado desde el punto de vista científico
y responde a intereses políticos. Despreciar la propaganda por ser ideológica o
por transmitir ideas (políticas) y no dotar la palabra publicidad de las mismas
connotaciones negativas deja suponer que la publicidad no transmite ideas o
ideologías, siendo por lo tanto positiva, frente a discursos persuasivos y
retóricos supuestamente negativos en tanto que ideológicos.
Referencias
Screti, F.
(Noviembre - Enero de 2011-2012). Publicidad y propaganda: terminología,
ideología, ingenuidad. Razón y
palabra Primera Revista Electrónica en América Latina Especializada en
Comunicacion(Numero 78). Obtenido de www.razonypalabra.org.mx
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