Entre la publicidad y la hipocresía

Es obvio que los ejecutivos de Viva Colombia eran conscientes del revuelo que podrían causar al publicar en un aviso la frase ‘Llévate a la moza pa’ la Arenosa’; sin embargo, lo que tal vez no previeron fue que el anuncio se les iba a convertir en un bumerán, que sin duda golpeó la imagen de esa empresa. (EDITORIAL EL TIEMPO, 2017)

El presidente de la aerolínea, William Shaw, quiso bajarle el tono a la polémica y trató de justificarse con un argumento entre pueril y cínico. “Dentro de Viva Colombia lo que medimos son los números y las cifras. Lo más importante es que desde que salió la publicidad se incrementó la cantidad de gente buscando vuelos hacia Barranquilla en un 893 por ciento”. (EDITORIAL EL TIEMPO, 2017)

Si lo que querían era armar estruendo, el objetivo se logró plenamente, pues en cuestión de horas los mensajes alusivos a la aerolínea inundaron las redes sociales, con reacciones de toda índole y en los más variados tonos. Y aunque la mayoría de comentarios rechazaban el contenido del anuncio, no faltaron los que los apoyaban o simplemente se reían con la ocurrencia publicitaria. (EDITORIAL EL TIEMPO, 2017)

Sea como sea, por cuenta de este desafortunado gracejo Viva Colombia tuvo sus quince minutos de fama, eso sí, a un costo muy alto. (EDITORIAL EL TIEMPO, 2017)

Desde luego, el uso de la imagen femenina como gancho publicitario no es algo nuevo. Los ejemplos publicitarios en los cuales la mujer es presentada como objeto abundan y el espacio es poco, pero lo más absurdo es que esas imágenes de señoritas se-mi vestidas no son patrimonio exclusivo de anunciantes inescrupulosos.